jueves, 6 de enero de 2011

Lo que hoy escriba se lo come la lluvia. Y eso que aún no llueve ahí fuera. Pero sólo yo noto la humedad que carcome y que vomita, la que da escalofríos cuando el cigarro sienta mal y agarras la tierra por encima de la hierba.
El resto me da igual. Echaría a volar sin necesidad de alas.
Pero todo queda muy alto, muy alto. Y mis manos nunca fueron tan grandes como para tapar el sol.
Aquí abajo no se está tan mal. A veces, se cuela la luz.














enc.

2 comentarios:

  1. No, la verdad es que no se está tan mal.

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  2. Aún no llueve. Ahora no es más que humedad encharcando mis pulmones. Pronto. Pero aún no llueve.

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