martes, 22 de septiembre de 2009

Me corté las alas al brincar desde un abismo oscuro, negro. Era un entierro. Todos juntos de rodillas rezábamos entre dientes una oración sin digerir. Todos queríamos levantar nuestras magulladas rodillas de la gavilla que nos arañaba la piel.
Ginebra. De la barata, de la mala. La amarga. Entraba a raudales desbocados por mi cuerpo, en torrentes furiosos que molían las piedras, que mataban la vida, que ardían entre gritos de niños que nacían.
Deliro. Esto es un puto delirio. Ni idea.
Iba por una calle adoquinada, llena de escupitajos en las baldosas, y colillas desplumadas entre ellos. Daba patadas a todo, sin importarme nada que no fuese el siguiente paso de mi mareado equilibrio.
Me habían dicho que las drogas eran malas. Asquerosas. Que no las probase nunca, vaya. Siempre asentía, claro, no pensaba hacerlo. Odiaba el olor a vomitina, y olor nauseabundo que desprendía la gente que no rociaba su cuerpo con agua para rascar la porquería que se agolpaba entre los pliegues de su pellejo.
Era feliz, sí. No tenía nada, pero era feliz. Es mejor así.
Detesto, detesto hasta lo enfermizo la falsa palabra, la hipocresía, la injusticia. El sinsentido. El sinporqué.
No entiendo las sonrisas pintadas en la boca. ¡Nadie sonríe, joder! Nadie. Todos se creen lo que no son, buscan el elixir que les perpetúe una estancia ideal, una vida apacible, un remanso de paz. A la mierda los problemas. Eso dicen. Eso dicen siempre, se creen adultos, mayores, sabios y poderosos. Creen que son inmunes, que tienen una coraza de almidón que les protege de todo, que con ellos no va el tema, que cerrando los ojos no se ve el cielo.
Dicen te quiero. ¡Dicen te quiero! Bah. Ni idea. No tienen ni puta idea. La humanidad carcomida de dinero, de bienes y de asentamientos estables. Las papelina las usan para desprestigiar la humildad del ser. Venden todo. Y creen que todo se compra. Necios imbéciles.
No ven tras las montañas donde retumban las balas desviadas, ni oyen los llantos de los niños que no pueden comer. Pero joder, ellos tienen que amar.
Si no aman no son personas, no se realizan, no encuentran su clímax como animal. Están vacíos, un mueble, una caja hueca donde se guarda la envidia a un mundo verde, y no negro como el pozo que se abre en sus ojos al posarse en algo que desconocen, que les da miedo.
Lo desconocido les da miedo. Y se asustan, huyen como conejillos, incautos y temerarios.
Temen lo desconocido, y aun así proclaman su amor por una mujer en un peñasco ante un desfiladero donde no los oye nadie. Se creen mejores. Se creen sinceros, auténticos.
No entenderán nunca, porque no quieren abrir los brazos a una realidad desconocida y oculta, porque les da un miedo atroz que paraliza los sentidos y embota las palabras. No les gustan los rincones oscuros.
No entenderán que el amor es un ideal desconocido. Jamás. Y lo buscarán, siempre, con un tesón y una rabia desaprovechada, que habría de ser expuesta a una expedición a la busca de la esencia humana, donde no exista la corrupción establecida por el odio racial, los pensamientos irracionales, la injusticia al mundo, el degradamiento del ser humano.
Y seguiría. Oh, si. Cuánta incoherencia. Tantas, tantas, tantas. No las abarco, no puedo. Tanta falta de coherencia, de dichas por decir, de mentiras por verdades. Agh.
Decía que iba por una calle.
En el capó de un coche se apoyaba un saco de huesos y carne chupada. Se estremeció al oír mis pasos descompasados, pero se giró.
-Eh, tío, ¿te hace una rayita?
Qué asco de yonkis, pensé. Se matan. No quieren vivir, y encima se matan sufriendo un mono del copón. Aparté mis pensamientos como si hubiesen sido meras estrellas fugaces en un cielo nublado.
A la mierda el puto mundo, y a la mierda la puta humanidad. Acepté.
Una ráfaga helada de fuego castrado me recorrió las venas mientras exhalaba.
Y pensé:
Yo, tengo el poder de poder.














enc.

1 comentario:

  1. Me gusta, pero no lo comparto.Hay veces que el realismo roza el pesimismo y ya se que estarás harta de oírlo.Si el amor es un ideal desconocido no tiene sentido infravalorarlo o negar su existencia precisamente porque no hay una certeza.Y a lo mejor me cuelo y no te refieres a eso pero ,en fin, una opinión más.

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