jueves, 9 de julio de 2009

Ponferrada, 25 de Junio de 2009

Avanza su ilusión a pasos desparejados, titubeantes aún, del desconocido sino, próximo compañero, audaz y veloz, deja atrás la certeza, y cultiva nerviosismo.
Los tejados de pizarra y la tierra del carbón y el ocre, saludan majestuosas; impasibles y despreocupados a sus gritos jubilosos.
Escriben en tierra mojada su sirena y anuncio. El mar quedó lejos, y sólo amanece en cada memoria cada mañana. Aguarda impaciente la llegada, para aparecer ensordecedor al final de la cumbre.
No miran atrás; el verde pino sombrea el camino inexplorado, y el cielo emborronado de tachones blancos amenaza llanto.
El viento; golpea con furia e ira, desprestigiando al inerte andante carente de experiencia y sabiduría; marcando su rumbo, despeinando las pestañas de la tierra.
No callan las encinas, que franquean la entrada al valle, y florecen las madreselvas en las riberas del poniente Sil.
Pesan las piedras en los pies; la ilusión en la mochila, y la lluvia en la panza de las nubes.
Duerme. La noche. Duerme tardía, y marca las hojas con perlas transparentes. Duerme, tras el risco y el muro del castillo, la soledad dejada.
Duerme, la bestia mansa. Un alarido en su garganta. Pugna por escapar de sus barrotes. No halla resquicio, y anochece cual horizonte en las cuerdas vocales.
Duermen. Los labios.












enc.

1 comentario:

  1. Será que detrás de la inspiración(que ya me avisaste) hay una INCREIBLE escritora.

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