viernes, 22 de mayo de 2009

Paseaba mi mirada
por el cielo morado,
y un beso he lanzado,
por si caía en tu regazo.
Rozaba los árboles con mis yemas,
mientras cruzaba arrozales,
y entre mis manos sostenía,
trozos de tierra seca.
Despuntaba la estrella a la mañana,
y mojábase el sol en la mar,
no quedaban grillos a la orilla,
pero el camino seguía sin andar.
El tintero de roja sangre,
impregnaba madera y sal,
sucumbía la vela en tu cuerpo,
cuando despedía olor acre.
Porque es la pared en la espada,
la que hierve bajo cero,
la que calienta la nieve,
la que dobla navajas.
Dos y dos nunca fueron cuatro,
y son cinco los ángulos del triángulo.
Escribo.
Idolatro.
Vulnero.
Busco mi elixir.
¿He dicho que escribo?
Bah.
Esto no es escribir.












enc.

2 comentarios:

  1. Ya no se que expresar para alabar tus textos...

    "berenjena"

    Espero que con eso sea suficiente. ^^

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  2. Me encanta...
    Secundo al Sr.Inaparente,me quedo sin palabras

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