domingo, 15 de febrero de 2009

Tú eres mi verso, pluma, papel y sentimiento...

Tengo ronca el alma de quererte
en esta soledad llena que me ahoga;
tengo los ojos llenos de luz de imaginarte
y tengo los ojos ciegos de no verte;
tengo mi cuerpo abandonado al abandono
y tengo mi cuerpo tiritando de no poder tocarte;
tengo la voz tosca de hablar con tanta gente
y tengo la voz preciosa de cantarte;
tengo las manos agrietadas de la escarcha
y tengo las manos suaves de en el cielo acariciarte;
tengo soledad, luz, alegría, tristeza,
rebeldías, amor, sonrisas y lágrimas...

Y también te tengo a ti, preciosa,
caminando por las venas con mi sangre.












Rojitas las orejas, Extrechinato y tú.





Hoy, no sé a cuento de qué, me ha dado por pensar en un momento, de hace algo más de un año, donde comenzó algo. No sé por qué, pero hoy he pensado en esa playa, en ese horizonte, en esa verja. Y por supuesto, con esta gran canción como banda sonora del silencioso arullar de las olas...





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