jueves, 12 de febrero de 2009

Cultivando amores voy, sembrando semillas de algodón merodeo, y al fin, algo encuentro. ¿Qué es, qué es? Recolecta de sentimientos, y un bosque de hoja caduca. Pepitas azules de colores, hojas frescas de floreciente verde. Quiero ramas, tallos, savia, frutos. Quiero cada segundo un centímetro crecer, quiero notarlo, quiero que se haga inmensamente inmenso, y por fin, algún día, cobre vida, nombre y rostro. Y estalle. Y salpique todo de colorines tridimensionales, de besos, caricias, de sonrisas. Poco a poco irá, haciéndose amo de mí, aun cuando no haya sitio en este corazón amurallado. Las enredaderas abrirán paso en la rocosa pared, en el suelo fértil, en las ventanas sin luz. Letra a letra se forja a fuego la seña del camino, que descubra el barranco sin pendiente, la piedra sin canto, el mar sin limite, el cielo sin horizonte, la luna sin noche. No deja de alimentarse, de gritar libertad, de engordar, de embellecer. ¿Por qué no sale, por qué no corre, por qué no vive? El miedo tapa cada salida, cada recoveco, por el que difuminar la luz del día y la paliza del viento fuerte.
Aun así, no es falto de orgullo, tesón y rabia, y promete, puño en alto y dientes apretados, que el momento ha de llegar, y su esencia saldrá, al fin, de la cárcel. Y podrá, por tanto, descubrirse a la pradera, al océano y al cielo.

"Miedo, un día, perecerás. Miedo, un día, morir has. Un día, podré al fin, gritar AMOR."












enc.

2 comentarios:

  1. No quiero parecer rutinario, pero es que eres el azucar mujer.

    Grita Amor porque lo mereces.

    Un saludito

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  2. AMOOOOOOOOOOOOOOOOOOOR!!!
    amor es el que yo siento por ti :p
    como me gusta todo esto que escribes

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