domingo, 22 de febrero de 2009

-¿Sabes? En mi barquito de papel de fumar aun hay un huequito para alguien más. Si quieres viajar a las estrellas de la periferia de los barrios bajos, al contenedor de sueños pegados con superglu, al verano de fuertes nieves, al mar sumergido en el cielo, a las lindes del sol mañanero o a las gotas de roció de los pétalos rotos, no tienes más que presentarte en el lugar citado en el momento adecuado.
¿Que cuál es el lugar citado? Has de coger el vuelo de un parpadeo, continuar por el sabor de un beso, torcer en el quinto crepúsculo de un día infinito, y detenerte en el vuelo de una mariposa.
-Muy bien, ¿y qué hay del momento adecuado?
-¿El momento adecuado? Vaya, creía que eso era algo simple. No tienes más que dejar que una lágrima ruede por tu mejilla, y cuando notes su gusto salado en el decimocuarto recoveco de tu corazón, sabrás que has llegado al Puerto. Yo estaré allí para ti, yo te recogeré en mi barquito, y juntos, nos cogeremos de la mano, cerraremos los ojos, y volaremos, lejos de este mundo que no nos pertenece. Y si, ¿sabes qué?, creo que buscaremos un lugar pequeñito, lejos de aquí, acogedor, donde haya otro puerto, para nuestro barquito de celofán, donde solo haya sitio para ti y para mí. Y ya verás como ese mundo si que nos pertenece. Solo, tuyo. Y mío.












enc.

1 comentario:

  1. Me represento con tus textos encina, no se como cojones lo haces, jeje.

    Un beso

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