domingo, 20 de marzo de 2011

Fumemos en paz como si nos fuese la vida en ello.
Afuera se hizo la guerra pero tu cama es metralla a mi cuerpo de cera.
Vienen por nosotros pero nos da tiempo a terminar de amarnos.
Por si aún no hemos empezado.
Ráyame tu poema favorito entre un brazo y el bazo.
Lámeme del cuello al extremo del verso, a la punta de mis dedos.
La luz arde en la noche y se oyen misiles cerca de tu pecho.
Coges un papel y escribes mi nombre.
Yo lo arrugo y lo hago volar.
Me miras. Me besas. Me miras. Me besas.
Me miras.
Una bala te despeina.
Comparto tus besos con una botella.
Ella gana. Siempre gana.
A la muralla.
Ahora te ríes de mi corazón coraza.
Cuando te bailan las balas mientras apagas la llama.
Una impacta y te sacude las entrañas.
Me besas.
Te miro.
Me besas.
Te beso.
Te miro.
Te beso. Te beso. Te beso.
Te miro.














enc.

1 comentario:

  1. ¿Qué sería de nosotros si la botella no ganara siempre al corazón coraza?
    Quizás sólo polvo.

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