Fumemos en paz como si nos fuese la vida en ello.
Afuera se hizo la guerra pero tu cama es metralla a mi cuerpo de cera.
Vienen por nosotros pero nos da tiempo a terminar de amarnos.
Por si aún no hemos empezado.
Ráyame tu poema favorito entre un brazo y el bazo.
Lámeme del cuello al extremo del verso, a la punta de mis dedos.
La luz arde en la noche y se oyen misiles cerca de tu pecho.
Coges un papel y escribes mi nombre.
Yo lo arrugo y lo hago volar.
Me miras. Me besas. Me miras. Me besas.
Me miras.
Una bala te despeina.
Comparto tus besos con una botella.
Ella gana. Siempre gana.
A la muralla.
Ahora te ríes de mi corazón coraza.
Cuando te bailan las balas mientras apagas la llama.
Una impacta y te sacude las entrañas.
Me besas.
Te miro.
Me besas.
Te beso.
Te miro.
Te beso. Te beso. Te beso.
Te miro.
enc.
¿Qué sería de nosotros si la botella no ganara siempre al corazón coraza?
ResponderEliminarQuizás sólo polvo.