lunes, 12 de enero de 2009

En una ola de mar

Dibujar corazones en la arena con mensajitos en clave, como cuando no era más que una niña (he dejado de serlo?) y me imaginaba que las olas del mar no los borraban, que solo se los llevaba para ponerlos en otras playas, y entonces había un niño que los leía y no entendia mis mensajitos, porque la clave era totalmente secreta, y yo me reía por lo bajini. Creo que nunca he perdido la esperanza de que uno de los muchos dias que malgasto arrastrando los pies por la arena de la playa, aparezca uno de esos corazones con mensajito, que todo el mundo alguna vez ha escrito en la playa con la esperanza de que sean inmunes a la furia de las olas, y perdure para siempre. Tu eres mi corazón con mensajito en la arena. Te escribí con la esperanza de que nunca fueses arrastrado por el agua, pero como siempre, tan sólo duro lo que tarda el mar en coger impulso en una nueva ola... y te fuiste. Lo peor, que aquí sigo sentada, en la misma playa, esperando a que la ola vuelva al mar para ver si debajo aparece de nuevo. Pero no, eso no era lo peor. Lo tremendamente peor, es que he recorrido cada playa, cada granito arena, cada mar, y no te he encontrado en ninguna. Tendré que perder toda esperanza...




enc.

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